Sereno y paciente, Emilio
52 años contigo Carmen.
De trabajo y dedicación,
con la mirada sincera en vuestro destino.
Ternura que habéis dado a vuestros hijos,
servicio y entrega a todos a vuestro lado.
Y ahora descanso.
En el seno el cielo, donde nos llevas dentro.
No lloramos, sí lloramos…
Sabiendo que estás aquí con nosotros,
en un rincón de nuestro corazón,
donde late tu recuerdo y el amor que nos has entregado.
Tu Espíritu vive en la Associació Prodisa.
Raíz de tu semilla.
Y tu luz que no se apaga nos ilumina.
En cada sonrisa de nuestros chavales,
veremos tu vida.
Paciente y serena, querido Emilio.
Porque no mueres, sino vives siempre en nuestros días.